Optar por participar o excluirse

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Consentimiento paterno pasivo frente a consentimiento activo

  • Los distritos escolares de los grados K-12 están realizando cada vez más encuestas profundamente personales en las que se interroga a los estudiantes sobre todo tipo de temas, desde la orientación sexual y la identidad de género hasta los pensamientos suicidas.
  • La ley federal identifica ocho áreas de información protegida, incluida la afiliación política y el comportamiento sexual. La ley exige que se notifique a los padres antes de que los estudiantes envíen este tipo de información y que se les conceda la posibilidad de excluir a sus hijos de participar en esta recopilación de datos. Sin embargo, los distritos a veces no notifican a los padres sobre la disposición de exclusión voluntaria y no son lo suficientemente transparentes en cuanto a los cuestionarios que administran.
  • Los legisladores federales o estatales deberían tomar medidas para permitir a los padres de los estudiantes participar, en lugar de excluirse, de las encuestas sobre estas áreas protegidas, a fin de garantizar que los padres conozcan plenamente la información sobre sus hijos que los distritos recopilan y almacenan.

Las encuestas a los estudiantes se han vuelto omnipresentes en las escuelas bajo los amplios escudos del “aprendizaje socioemocional”, el “clima escolar” y la “inclusión”. Las encuestas y las “evaluaciones” que se les pide cada vez más a los estudiantes que completen en la escuela se parecen más a los que cabría esperar ver en el consultorio de un pediatra, un centro de salud mental o una clínica de género que a lo que cabría suponer que encontrarían en un aula de sexto grado. Según los padres que han denunciado estas encuestas a Parents Defending Education, las encuestas suelen incluir preguntas sobre el sexo, la identidad de género e incluso los planes de suicidio.1 Quizás lo que sea aún más preocupante es que las encuestas suelen ser electrónicas, lo que significa que estos datos se almacenan y comparten fácilmente.

Según la ley federal, se debe notificar a los padres su derecho a excluir a sus hijos de cualquier encuesta que aborde ocho “áreas protegidas” específicas relacionadas con la información personal de los estudiantes o sus familias. Sin embargo, a pesar de la creciente ubicuidad de las encuestas que abordan estas áreas, muchos padres desconocen el contenido de estos cuestionarios o la existencia de una disposición de exclusión voluntaria, a menudo porque la escuela no notifica a los padres sobre la encuesta o no proporciona ninguna información sobre cómo excluirse. 

Las encuestas deben ser optativas en lugar de plantear la exclusión voluntaria.